Por las olas que vendrán
Que el verano no sea severo contigo, amigo. Que te acaricien las olas, pero que no te arañen con su verdad, esa misma que persigues a diario. Un sol te mece a diario, un abrazo que no encuentras y siempre te vas, te vas... Es el signo de los tiempos, dicen.
Que el verano te dé, ojalá, esa luz que tanto necesitas, ese cariño que tanto anhelas y que nunca existirá. No puedes anhelar lo que nunca llegará, dice ahora La Buena Vida, ¿verdad?
Que el verano no te deje en un desierto de arena, sin agua y sin mar. Es el peor castigo para recuperar ¿qué? Tú dirás, dilo ahora...
Que el verano te quite los vestidos, te desnude por siempre y deje atrás aquello que te persigue, que no quieres ver...
Que el verano. sí ese que soñamos tú y yo, nos hagas mejores, más dignos de nosotros, más cerca de la perfección a través del amor.
Cáceres, 8 de Agosto del 2006
Que el verano te dé, ojalá, esa luz que tanto necesitas, ese cariño que tanto anhelas y que nunca existirá. No puedes anhelar lo que nunca llegará, dice ahora La Buena Vida, ¿verdad?
Que el verano no te deje en un desierto de arena, sin agua y sin mar. Es el peor castigo para recuperar ¿qué? Tú dirás, dilo ahora...
Que el verano te quite los vestidos, te desnude por siempre y deje atrás aquello que te persigue, que no quieres ver...
Que el verano. sí ese que soñamos tú y yo, nos hagas mejores, más dignos de nosotros, más cerca de la perfección a través del amor.
Cáceres, 8 de Agosto del 2006