un mar de palabras

Saturday, January 01, 2011

VII

Mide el tiempo
y te habrá vencido,
mata el peso
y lograrás sentir.

Pero nunca,
nunca,
dejes de buscar.

VIII

Vida de princesa,
ojos de pobre.
¿Quién dijo que no había dios?
Por aquel camino
tuvimos la pasión,
quise detenerme
a contemplar
que no te habías ido.
pero me di cuenta que no:
seguías siendo la misma luz del otoño.

Bromeas con la sonrisa,
no te ríes
aunque hablas del viento y la lluvia,
de esa manera de vivir,
sintiendo lo que te hizo verdad,
la de cada mañana
que despiertas
mirando al sol.

IX

Te habría dicho
que te quiero
si las palabras tuvieran nombre,
si no fueran asesinas del tiempo
¿Cómo querer cambiar de piel?

Hubiera negado ese dolor
si no lo tuviera.
Le habría dicho
al viento
que me fui,
confuso,
a buscar otro país,
pero te quedaste
para siempre.
Eras la vida.

IV

Volver a empezar,
siempre dando pasos invisibles
tras la huella
que queremos ser.

Regresar de nuevo
a las calles,
tu sombra,
esa búsqueda
por crecer.

Y en el camino,
un paisaje lleno de luz
para seguir
siempre tus pasos.

V

Te paraste ante un abismo.
Callaste para no llorar
y supiste que la vida,
sí, tu vida,
eran solo atardeceres.

Guardaste el aire,
un soplo de viento
entre tus manos.
para decirle al mundo
que estabas aquí,
que merecías quedarte.

Y así ha sido:
el barco en las olas,
el tiempo exacto.
Ahora solo te queda esperar.

VI

Harían falta mil playas,
centenares de olas
para detener los besos,
un ejército de arena
que me separara de ti.

Hace tiempo
que me falta,
ingenuo,
un abrigo de versos
para quererte.

Y tú,
mientras tanto,
subida al carro de los deseos.

Wednesday, September 08, 2010

Resaca y vuelta a empezar

I

Caminar por el mar,
sentir la luz,
un arañazo de vida
acaricia tu piel.

Hace un instante que me faltan minutos
para gritar tu nombre,
abrazado al dolor.

Si entre las olas encontrara un pasillo,
azul,
intenso,
limpio,
estaría dispuesto a seguir contando
que te quiero,
porque tú también estás en los sueños
sin quererlo.

II

Nunca pensé que llegaría allí,
aquel lugar,
inhóspito,
vacío,
lleno de nada.

Palabras del sentimiento,
de mis adentros,
allá donde nunca quisimos viajar.

Pero estamos aquí,
ante la oscuridad,
plenos de ti,
rindiendo tributo a la nada.
Nunca pensé...

III

Sonreías
y eras tú,
única y verdad.

Tú,
que viniste al mundo
para cambiarlo,
para hacer de cada risa
una fiesta,
un alboroto de olas.

Mirabas
y en tus ojos hallé la razón
para seguir viviendo,
fiel al viento,
débil pero cierto.

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Monday, October 08, 2007

Me pierdo por las calles

Siempre he buscado, sigo haciéndolo, entre el rumor y el ruido de un sábado cualquiera, perdido en una ciudad en la que soy un desconocido. No hay miradas, sólo la que tengo, entre el calor y los colores de la noche. He sentido la pureza de los límites y a veces me pregunto si no es así la vida: una continua demostración de la necesidad de sentirnos vivos a cada minuto.
No he renunciado a la magia de las calles, al empedrado de ese Madrid antiguo que nos conmueve y alborota. Tampoco al frío de la duda, del despertar agridulce y la vida lejos. Pero no me he dejado vencer y he ganado, minuto a minuto, la alegría de las madrugadas, ese dolor del tiempo que he hecho mío.
Y aquí estoy, solo ante la palabra, mi palabra, la única que podrá salvarme. Por eso ahora, más que nunca, nada conmigo y súbete a esta travesía de otoño, que también abrazará el invierno. Te espero.

Tuesday, October 02, 2007

Valeria

Ya te has dormido. Ha sido un día más en tu vida, un día precioso para tu papá, que te siente cada día más cerca, más viva. Parece que contigo el placer de las horas es mayor, como si el tiempo fuera nuestro aliado. A veces cuando te miro me pregunto qué será de nostros cuando los dos seamos mayores, cuando nos cueste reconocernos ahora que aún somos el mismo cuerpo.
Dicen que vosotros, los niños, nos hacéis mayores. Quizá porque la apisonadora del tiempo nunca deja de funcionar, debemos ser mejores, aspirar a crecer igual que tú, Valeria, decididos a ganar el mundo día a día. Ahora que surgen dudas, quizá por la losa de siempre buscar, te has convertido en mi mayor verdad. Miro alrededor y no encuentro más sentido a la vida que verte despertar, reírte, aprender a llorar... Necesito que me ayudes a convivir con esta lucha diaria por intentar merecer tu cariño, el que te has ganado por todo el amor que nos diste antes de nacer.

Te quiero, mi niña. Sigue soñando.

Me quedo en tu orilla

“Al final, siempre vuelvo a mí... Perdón por el retraso”

Abro la mirada al otoño y miro al tiempo, ese amigo que, silencioso, siempre va de tu mano. Me he detenido a no pensar más, a convencerme de que lo que venga llegará sin esperarlo. Reflexiono sobre la fuerza, la que tiene que invitarnos a seguir hacia delante, sin más pretensiones que vivir a tope cada minuto que pase.

He recorrido los días, los caminos por los que nado y he sentido la pasión de las horas, ese sonido inconfundible del mar que duerme dentro de nuestro cuerpo después de cada verano. He volado con los minutos y he decidido ser, sentir que nunca es tarde y que la vida está ahí, siempre esperándote. Y es que, si sufrir es crecer, mi tren se detiene en la estación, a mirar los paisajes verdes, rojos, azules... del olvido diario.

Me he parado a buscar un sueño, a decirme que puede ser verdad y que, siempre, siempre, hay una salida hacia el cielo, ese que nos espera siempre. Te digo que grito, que estoy gritándote, para que nunca faltes, para que siempre te quedes conmigo, esperanza.

Saturday, December 02, 2006

Una manera de sobrevivir

Me gustaría sentir tus latidos y abrazarte pronto,
saber que estás viniendo y te quiero, inmensamente te quiero.
Quisiera saber cómo serán tus ojos, tu abrazo, el que juntos nos llevará hasta el mar.
Nos gustaría soñarte, sentirte y pensar que siempre estarás ahí.

Y es que a veces la vida te regala dones que hacen merecerla, creer que hay verdad y el cielo también se abre de vez en cuando. Quiero que sepas que las olas se hicieron presentes de día y de noche mientras tu corazón crecía sano y fuerte, que volabas camino de un mundo injusto donde tuvimos la suerte de nacer.

Que sepas que te esperamos para quererte, nuestra única forma de sobrevivir.

Sunday, November 12, 2006

Un rayito de sol

Si la lluvia pudiera abrazar tu cuerpo no habría gotas en el mundo para acariciarte. Hoy que has cumplido años tengo el deber de decirte que te quiero, la razón más importante por la que levantarme cada día y mirar al horizonte. Si tuviera que gritar mi cariño, no encontraría playa, plaza o camino donde nombrarte porque estás en todas las cosas. Si la vida me diera otra oportunidad, te buscaría en los rincones de mi alma para darte las gracias por haber nacido. Te quiero, nena

Thursday, September 14, 2006

Un verano de ida y vuelta

Las olas ya quedan lejos, ese rumor de maravilla sigue sonando en mis oídos cuando las primeras lluvias anuncian la llegada del otoño del curso 2006-07. No sé cómo decirte que este verano te he sentido más cerca, más amigo, más confidente. Ese mar que te mece a diario con la inmensidad del sol me ha escuchado. Me ha demostrado que siempre es volver... volver al mar, a ese mar de nuestras vidas para mecernos en ellas...

Me he parado esta noche a calmar esta ansiedad, a decirte que empiezo a echarte de menos y que tengo que vivir un invierno sin ti. ¿Sabes que a veces me pierdo en mil orillas sin estar tú?

He recuperado las voces del día a día y aun así me cuesta olvidarte. Me he escapado de mí para buscarte fuera, en los campos, en el asfalto, en los metros. Sé que no conseguiré encontrarte porque tú estás allí, junto al Estrecho, gritando tu belleza en cada atardecer, haciendo la vida feliz.

Quiero decirte esta noche, ahora que el corazón viaja hacia el interior, a la espera de ese otoño al que abrazar, que te espero en cada esquina, cada mañana con el cuerpo caliente de quererte tanto. Hasta pronto.

Cáceres, medianoche, ya es 14 de septiembre y empieza a refrescar.